Solo el murmullo del mar; es todo lo que escucho en este soleado día que me invita a despertar la pluma, que yace olvidada en el fondo de mi bolso desde hace tiempo.
Cansada de arrugar borradores que quisieron ser y no pudieron, se levanta titubeante, en busca de la palabra apropiada para que yo la escuche. Se interna en lo profundo de mí ser y se sumerge, urgente de una esencia inspiradora, que por fin logra. Mi boca se llena de vocablos que en impecable orden,
sábado, 16 de agosto de 2008
Santa Teresa y el mar
martes, 5 de agosto de 2008
Mi Peque adolescente
Con la frescura que le dan sus pocos años y el privilegio de sentir la rebeldía, va impregnando con aroma de inocencia
los rincones de mi tiempo y de mi vida.
A veces, único refugio de mis pensamientos, hace presente
el recuerdo de mi risa, y devuelve a mi memoria más frecuente, reminiscencias de una niñez dormida.
Un caudal inagotable de experiencias no vividas y el desenfado en la mirada, tantas veces perdida, dan el marco adecuado a la hora de encontrarle una noble descripción a mi creación divina.
Es en el momento justo y en su justa medida, que urgente de libertad busca a tientas la salida.Un caudal inagotable de experiencias no vividas y el desenfado en la mirada, tantas veces perdida, dan el marco adecuado a la hora de encontrarle una noble descripción a mi creación divina.
Arrebato silencioso que me asecha inadvertida, llevándose su niñez, como un ladrón, a escondidas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)